El Alcalde Manuel Alvaro nos está vendiendo el llamado acceso norte al puerto de Valencia, como una vía directa desde nuestro barrio a la V-21 (Autopista de Barcelona), cuando en realidad es un desdoblamiento de esa carretera, que lo que persigue es aliviar de tráfico el saturado acceso a Valencia a costa de desviarlo muy cerca de las viviendas en Port Saplaya y a cinco metros del Colegio Público de la Patacona.

 

Calculan que el 30% de los 112.000 coches que acceden a Valencia por la citada V-21 se desviará por esta nueva carretera, es decir, más de 33.000 vehículos diarios. Los barrios costeros de Alboraya tendremos que soportar un aumento brutal de trafico con la contaminación acústica y ambiental que eso conlleva.

 

El barrio de Port Saplaya, por si no tenía bastante con tener la V-21 al lado de sus viviendas, ahora les añaden unos cuantos carriles más. En total serán diez.

 

Los niños y profesorado del Colegio Publico La Patacona lo van a tener literalmente pegado a sus clases y patio de recreo.

 

Las fincas nuevas que están acabando de construir en la Patacona tendrán unas estupendas vistas de la vía del tren y de la nueva carretera, por no hablar del sonido ambiente continuo del que disfrutarán.

 

En realidad todo el barrio notará en mayor o menor medida este nuevo foco de ruido y polución.

 

¿Cuántos de esos 33.600 nuevos vehículos que circularán por nuestro barrio serán vecinos de la Patacona? Creo que muy pocos.

 

Para acceder a la V-21 y conectar los barrios costeros de Alboraya nos bastaba con una calle con carril bici y amplias aceras y que de paso nos permitiera un acceso en condiciones al casco tradicional de nuestro pueblo.

 

Un vecino de la Patacona